Llueve, hace un poco de frio, es temprano, huele a tierra
mojada y el sol no sale, son las 8:00 de la mañana y viajamos un vienes santo a
las tierras bravas donde pastan los toros madrileños de Alfredo Quintas.
Colmenar del Arroyo, para ser más concretos, es el pueblo
donde descansa los varios terrenos de un ganadero atareado, para sacar lo mejor
de sus toros.
Buen recibimiento tuvimos
nada más llegar al punto de quedada, con un café en el estómago y la cámara en
mano, cogimos uno de los todo terrenos y nos metimos al corazón del campo, para
ver a los distintos animales que Goyo tiene para ser lidiados en esta temporada
2013.
Hablando de toros, llegábamos a unos de los cercados, donde
los animales, pastaban tranquilamente con el olor a jara y un poquito de niebla
que se visualizaba en el ambiente. Mario y un servidor nos pusimos a trabajar
para sacar fotos, donde los animales están en proceso de engordar, para que en
plena temporada estén listos para viajar a las distintas ferias que sean
contratadas.
Grandes terrenos para grandes toros, comida buena, buenos
ganaderos, una familia humilde, cariñosa, amable , leal y honrada son unos de los pocos adjetivos calificativos
que me salen para describir a una dinastía ganadera, que desde sus principios
han sabido mimar al toro, para que no le falte de nada.
Nueve sementales, más de quinientas vacas y un alto número
de toros de lidia, componen al hierro del Estoque y Alfredo Quintas. Gran alto
nivel por sus maravilloso premios, unos de los más recientes fue, la pasada
feria de San Sebastián de los Reyes (Madrid) donde se llevó el premio al mejor
toro por su casta y bravura.
Pasado, presente y futuro cuidando y mimando al toro, así resumo este espacio, gente muy aficionada al mundo de los toros y por supuesto grandes profesionales.
Muchas gracias ganaderos, por dejarnos pisar sus campos y ver sus toros que es el alma de la fiesta.