Desde primera hora de la mañana del lunes, pusimos rumbo al
pueblo más taurino de la comarca de Cáceres en fechas que con solo ver mi
asterisco en el calendario sé que vamos a vivir una semana intensa de toros.
Hablamos de Coria, un
pueblo situado al oeste de la geografía de España, un pueblo que acoge en sus
San juanes a multitud de taurinos llegados de cualquier punto del mundo, un
pueblo que se vuelca en sus fiestas, en las peñas, en sus comercios, en el
toro, pero también se centra en el disfrute de sus vecinos.
Los grandes toros que han salido a las calles corianas, son
toros elegidos con mimo, con presencia y sobre todo en la medida de lo posible
creo que la organización acompañada por su abanderada eligieron los toros para
el disfrute del corredor.
Este año he visto muchas restricciones a la hora de
recortar, citar, y torear al toro creo que esto no ayuda a unos buenos
sanjuanes, ya que como he dicho antes
creo que todo el Ayuntamiento quiere tener contento a los corianos y corianas
pero sobre todo a la gente que se desplaza de fuera para poder disfrutar y
desfogarse frente a un animal vivo.
Señores organizadores cuidar este punto.
Aparte de mi opinión, los primeros días de lluvia frio,
salieron toros con muy buena presencia, pero a la hora de correr por el casco
antiguo de Coria no se movieron. Este año la Catedral se llevó la palma al
pisar creo que un 90% los toros en su grande explanada.