Como un “Huracán” frente al toro así llamado, del hierro de Xajay. Así triunfó Antonio Barrera en el día que recordará por despedirse de su plaza y de su afición. Guadalajara. Capote, mano derecha (por el mejor pitón del toro) y estoconazo para un triunfo que le permitió a Alfredo Ríos, El Conde, su cuate de los inicios, sacarle en hombros. Aunque no le embistió el cuarto, el público tapatío le obligó a dar una vuelta al ruedo de honor. Ese momento valió por el festejo entero pues las actitudes innegables de Macías y El Payo, de poco sirvieron, por pinchar uno, por mal lote el otro. Los dos tuvieron el gesto torero de brindar a Barrera. .
Desde el capote, el de Xajay demostró buen son, pero sólo por el pitón derecho. El sevillano brindó al público, para iniciar su faena doblándose con el toro en las tablas y llevarlo a los medios.. Cinco tandas por la derecha, alargando y templando todos los pases; cambios de manos. Por la izquierda, el toro resentía la embestida, y vuelve por la derecha con un cambio por la espalda que caló en el tendido. Luego con afarolados y en redondo, con el toro ya casi exprimido. Manoletinas para cerrar la faena; mata con una estoconazo entero antes de las dos orejas. El de la despedida se lo brindó a su compadre Alfredo Sahagún y, aun que no le dio opciones, dio la vuelta al ruedo al son de Las Golondrinas.
Arturo Macías perdió orejas con un toro bueno al que toreó bien pero pinchó y descabelló mal y también tuvo buen tono con el quinto, de peor condición, pero supo tirar de recursos. Los naturales al segundo fueron largos y buenos, pero al toro le faltó emoción y fue a menos. El Payo se justificó con actitud recia y buen oficio con el peor lote, uno deslucido y otro sin raza. Dos toreros a los que descartar sería de tontos e injusto pues aún tienen mucho que decir. Los dos aplaudieron la despedida de Barrera, en hombros del matador El Conde. Como si los orígenes quisieran regresar para este final.
